Los Dry Valleys (Valles Secos), en la Antártida, llevan más de 2 millones de años sin ver una gota de lluvia.
Crédito: RossSea.info.
Hay que tener en cuenta, pero, que su aridez es debida a la ausencia de agua en estado líquido, debido a que las montañas y las bajas temperaturas bloquean cualquier rastro de humedad que pretenda adentrarse en los valles.